jueves, 19 de mayo de 2011

Pompeya, una ciudad completamente arrasada. 27/04/2011

Otro día más levantarnos para irnos de nuevo a la excursión. Hoy nos toca ir a Pompeya y a Nápoles, aunque Nápoles va a ser una visita panorámica en autobús. Cuando nos bajamos del barco nos vamos hacia el aparcamiento donde nos espera un autobús. Allí tenemos que esperar más porque faltan dos personas por llegar, así que nos vamos sin esas personas. Pompeya está como a media hora de Nápoles, pero la guía nos va diciendo algunas cosillas por el micrófono del autobús, aunque se queda siempre a medias en sus explicaciones. Cuando pasamos por al lado del volcán Vesubio, nos comenta que los romanos no sabían que era un volcán. Esto me llamó la atención porque un volcán parece a simple vista.

Llegamos a Pompeya y nos deja unos cinco o diez minutos para ir al baño, pero las personas que no van al baño se queda viendo los puestos que hay de recuerdo. Nos encontramos un puestos que venden calendarios con escenas eróticas y penes con alas, cosa que nos extraña, pero yo le digo a la gente que dentro, en Pompeya está la respuesta.

Nos reparten los auriculares y compramos las entradas para entrar en las ruinas. Accedemos por la entrada donde tenemos que subir una pequeña pendiente, pero nos dice que es la única que hay en todas las ruinas. Aquellas ruinas me impactaron mucho, porque yo las creía como las de itálica o algo parecido, pero no, aquello estaba muy bien conservado, las paredes de las casa y los edificios casi enteros. Visitamos el foro, el templo de Apolo con sus estatuas del dios y su hermana Artemisa (cosa que me llama la atención es que Artemisa es la diosa de la caza para los Griegos, pero para los romanos era la diosa Diana). Al lado del foro hay una casa con una obra de arte en la puerta, preciosa y justo al lado donde todos los romanos pagaban para ir al baño (la orina se utilizaba para desinfectar las pieles de los animales por ello se tenía que pagar. Esa tradición dura hasta ahora). También nos encontramos con una de la atracciones de Pompeya, cadáveres que encontraron de las personas que murieron. Se encontraron con los huesos y después lo rellenaron de material sólido para formar el cuerpo. La guía nos contó que sólo murieron 2000 habitantes de casi 20.000 que habitaban la ciudad.

Luego nos dirigimos a los baños romanos que están perfectamente conservado y me gustó bastante. Este edificio conserva hasta los techos. Nos explicó como conseguían la sala caliente a la temperatura de 60º, aquí me di cuenta que los romanos eran muy inteligentes. Después de salir de las termas nos dirigimos a la Casa del Fauno llamada así porque tiene a la entrada una fuente con una estatua de un fauno. Esta es la casa más grande de Pompeya 2.000 metros cuadrados de extensión.

Ahora nos dirigimos hacia la atracción de Pompeya, el Lupanar, el prostíbulo en época de los romanos. Sólo se prostituían mujeres exclavas venidas de oriente. Lupanar, el nombre viene de lobo y que las mujeres para atraer a los hombre se asomaban a la ventana e imitaban a los lobos. El Lupanar estaba muy complicado entrar, pero entramos. Allí nos encontramos con las pinturas de escenas eróticas entre hombre y mujeres y es aquí donde encontramos las respuestas cuando vimos los calendarios a la entrada. Además este edificio se conserva muy bien y está los dos pisos perfectamente, pero no podemos subir al segundo piso.

Seguimos caminando por la antigua y desaparecida ciudad. Las calles son estrechas pero las paredes están completamente conservadas. Vemos también las panaderías con los hornos y los molinos, pero nos dirigimos hacia el anfiteatro. Me quedo pasmada cuando veo que está perfectamente conservado y no hay nada destruído. Es algo espectacular de ver. Para concluir con la visita vamos hacia donde entrenaban los gladiadores.

Después de comer algo y comprar algunos recuerdos nos vamos hacia Nápoles para empezar la visita panorámica. Nos encontramos una ciudad llena de basura debido a la mafia y la guía no habla mucho de ello, pero descubrimos algunos edificios bellísimos construidos por Carlos III de España antes de ser monarca de nuestro país. Luego visitamos el barrio de la gente con dinero y la verdad es que se notaba las calles que estaba limpiar y también las casas tan bonitas. Desde ahí se ve unas vistas muy bonitas del volcán y Nápoles. Ya después nos vamos al barco y llegamos para comer. Después de comer nos vamos al camarote a dormir la siesta.

Cuando nos despertamos nos empezamos a arreglar para la noche de gala. Todo el mundo va muy bien arreglados por el barco, pero antes de cenar vamos al espectáculo de esa noche. Es el mago y nos reímos mucho.

En la cena estamos un poco más cayado, creemos que es debido a nuestra vestimenta, así que decidimos comportarnos y no liarla como los días anteriores. Y como todas las noches anteriores nos vamos a bailar a nuestros dos sitios favoritos. Esa noche duramos más que las anteriores, pero no hasta que la discoteca se cierre, nosotras nos vamos antes a dormir. Necesitamos descansar algo.

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