miércoles, 1 de junio de 2011

Próxima parada: Palermo. 28/04/2011

Y por desgracia nuestra, llegamos a la última ciudad que vamos a visitar, Palermo. En un principio esta ciudad no íbamos a verla porque el recorrido que hace siempre este crucero es hasta Túnez, pero por lo sucedido en aquella ciudad no queda otro remedio que cambiar el itinerario.

Esa mañana no teníamos que levantarnos temprano porque la excursión se tenía programada para las 13.00 del mediodía, así que nos levantamos algo tarde para ir a desayunar algo. Después del desayuno aún nos queda tiempo para ir a echar un vistazo al paisaje. Merece la pena porque es bonito ver la isla desde el puerto.

Gracias a Dios que nos hace un día muy bueno, hasta podemos decir que hace calor, aunque en el puerto hace mucho aire. A las 13 estamos en el puerto esperando al guía y de mientras haciéndonos fotos todo el grupo. Finalmente llega el guía y reparte los auriculares, pero este día decido no cogerlo porque no merecía la pena.

Una vez que estamos todos, nos ponemos en marcha y nos adentramos en Palermo. Andamos hasta una plaza, donde está la ópera, que la cruza la avenida más importante de la ciudad, pero nos dirigimos hacia un mercado donde venden un poco de todo: ropa, flores, lámparas, ropa interior, comida, etc. hasta que llegamos a otra plaza donde se encuentra el teatro, uno de los más importantes de Europa. Aquí aprovechamos para hacernos fotos mientras esperamos a el hombre que nos ha dado los auriculares porque a algunos no les funciona.

Una vez que hemos arreglado todo seguimos caminando por las calles de Palermo hasta adentrarnos de nuevo en otra calle llena de mercado. Las calles están algo sucias (papeles, desperdicios, cajas, plásticos...) y las casas bastante mal conservadas, pero bueno intentamos poner algo de positivo a todo aquello.

Cuando terminamos de pasear por el mercado, subimos una pequeña cuesta y escaleras (rodeadas de casa que parecen que llevan años sin arreglar y sin tener una mano de pintura) hasta desembocar en una calle estrecha pero acogedora por los carros y camiones pintados con dibujos llamativos y pinturas que llaman la atención.

Después de aquello llegamos a la catedral de Palermo, catedral que me recuerda mucho al estilo de algunas de aquí de Andalucía. El guía nos explica que Sicilia antes era una isla islámica y que cuando los cristianos la conquistaron no tuvieron otro remedio que llamar a arquitectos árabes para construir las iglesias y todas ellas se parecen a mezquitas islámicas. La plaza es acogedora rodeada de zonas verdes. Entramos en la catedral y puedo decir que era bonita. Dentro nos explica cosos interesantes como cuando llegó a ser Santa Rosalía patrona de Palermo y también una anécdota sobre Adán y Eva (que decía que eran Siciliano).

Luego nos da unos minutos libres para que compremos helado o compremos recuerdo. Allí en la misma plaza nos comemos un delicioso helado italiano. Volvemos a reunirnos y seguimos nuestra visita turística por unos jardines muy bonitos, otro mercado hasta llegar a una iglesia bastante impresionante decorada con arte rococó. Después de la iglesia llegamos a una casa donde nos dice que era allí donde se reunían los nazis durante la segunda guerra mundial.

Nuestra última visita la hacemos en la plaza del ayuntamiento que está rodeada también por dos conventos y un monasterio. En medio de la plaza se encuentra una fuente con estatuas totalmente desnudas. La fuente lleva el nombre de la "Fuente de la Vergüenza". La historia es bastante interesante porque la fuente se encuentra rodeada por una valla y esto tiene una explicación. La fuente fue comprada por un noble rico, pero cuando este se quedó sin dinero tuvo que vender la fuente. El que compró la fuente fue el ayuntamiento y la puso en medio de la plaza. Como ya he dicho, la plaza está rodeada por dos convento y un monasterio que al ver las estatuas desnudas dijeron que aquello era una vergüenza así que caparon a todas las estatuas. Pero aquí no acaba la historia, pues las mujeres que era infieles a sus maridos, cuando iban a confesarse les decía a los curas que "se habían caído en la fuente de la vergüenza". Pero llegó un cura nuevo que no era de Palermo y que no conocía la historia de la fuente. Cuando las mujeres le confesaban sus pecados y les decían que se había caído en la fuente de la vergüenza, el pobre cura no podía entender por qué muchas mujeres se habían caído en la fuente, así que fue a hablar con el alcalde. Le pidió que vallara la fuente para que las mujeres nos se cayeran más y el alcalde se rió, aunque aceptó su petición de vallar la fuente. Pero antes de marcharse en cura le preguntó al alcalde: "¿Cómo está su mujer? El otro día se cayó en la fuente de la vergüenza".

Lo último que vemos de Palermo es el monumento a los caído de la mafia y el guía nos explica que una persona que quiera poner un negocio en Palermo le tiene que dar el 90% a la mafia, algo que me dejó con la boca abierta. Finalmente llegamos de vuelta al barco y vamos a comer algo antes de ducharnos, ir a ver el espectáculo e ir a cenar.

Esa noche no tenemos que arreglarnos porque es una noche informal y como todas las noches hacemos el mismo recorrido, aunque nos aburrimos y decidimos ir a hacernos fotos y después jugar a las cartas. Terminamos en el biblioteca jugando a las cartas y hablando hasta las tres de la mañana que nos vamos a dormir. Al día siguiente es un día completo para disfrutar a bordo mientras que navegamos hacia Barcelona.

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