miércoles, 1 de junio de 2011

Próxima parada: Palermo. 28/04/2011

Y por desgracia nuestra, llegamos a la última ciudad que vamos a visitar, Palermo. En un principio esta ciudad no íbamos a verla porque el recorrido que hace siempre este crucero es hasta Túnez, pero por lo sucedido en aquella ciudad no queda otro remedio que cambiar el itinerario.

Esa mañana no teníamos que levantarnos temprano porque la excursión se tenía programada para las 13.00 del mediodía, así que nos levantamos algo tarde para ir a desayunar algo. Después del desayuno aún nos queda tiempo para ir a echar un vistazo al paisaje. Merece la pena porque es bonito ver la isla desde el puerto.

Gracias a Dios que nos hace un día muy bueno, hasta podemos decir que hace calor, aunque en el puerto hace mucho aire. A las 13 estamos en el puerto esperando al guía y de mientras haciéndonos fotos todo el grupo. Finalmente llega el guía y reparte los auriculares, pero este día decido no cogerlo porque no merecía la pena.

Una vez que estamos todos, nos ponemos en marcha y nos adentramos en Palermo. Andamos hasta una plaza, donde está la ópera, que la cruza la avenida más importante de la ciudad, pero nos dirigimos hacia un mercado donde venden un poco de todo: ropa, flores, lámparas, ropa interior, comida, etc. hasta que llegamos a otra plaza donde se encuentra el teatro, uno de los más importantes de Europa. Aquí aprovechamos para hacernos fotos mientras esperamos a el hombre que nos ha dado los auriculares porque a algunos no les funciona.

Una vez que hemos arreglado todo seguimos caminando por las calles de Palermo hasta adentrarnos de nuevo en otra calle llena de mercado. Las calles están algo sucias (papeles, desperdicios, cajas, plásticos...) y las casas bastante mal conservadas, pero bueno intentamos poner algo de positivo a todo aquello.

Cuando terminamos de pasear por el mercado, subimos una pequeña cuesta y escaleras (rodeadas de casa que parecen que llevan años sin arreglar y sin tener una mano de pintura) hasta desembocar en una calle estrecha pero acogedora por los carros y camiones pintados con dibujos llamativos y pinturas que llaman la atención.

Después de aquello llegamos a la catedral de Palermo, catedral que me recuerda mucho al estilo de algunas de aquí de Andalucía. El guía nos explica que Sicilia antes era una isla islámica y que cuando los cristianos la conquistaron no tuvieron otro remedio que llamar a arquitectos árabes para construir las iglesias y todas ellas se parecen a mezquitas islámicas. La plaza es acogedora rodeada de zonas verdes. Entramos en la catedral y puedo decir que era bonita. Dentro nos explica cosos interesantes como cuando llegó a ser Santa Rosalía patrona de Palermo y también una anécdota sobre Adán y Eva (que decía que eran Siciliano).

Luego nos da unos minutos libres para que compremos helado o compremos recuerdo. Allí en la misma plaza nos comemos un delicioso helado italiano. Volvemos a reunirnos y seguimos nuestra visita turística por unos jardines muy bonitos, otro mercado hasta llegar a una iglesia bastante impresionante decorada con arte rococó. Después de la iglesia llegamos a una casa donde nos dice que era allí donde se reunían los nazis durante la segunda guerra mundial.

Nuestra última visita la hacemos en la plaza del ayuntamiento que está rodeada también por dos conventos y un monasterio. En medio de la plaza se encuentra una fuente con estatuas totalmente desnudas. La fuente lleva el nombre de la "Fuente de la Vergüenza". La historia es bastante interesante porque la fuente se encuentra rodeada por una valla y esto tiene una explicación. La fuente fue comprada por un noble rico, pero cuando este se quedó sin dinero tuvo que vender la fuente. El que compró la fuente fue el ayuntamiento y la puso en medio de la plaza. Como ya he dicho, la plaza está rodeada por dos convento y un monasterio que al ver las estatuas desnudas dijeron que aquello era una vergüenza así que caparon a todas las estatuas. Pero aquí no acaba la historia, pues las mujeres que era infieles a sus maridos, cuando iban a confesarse les decía a los curas que "se habían caído en la fuente de la vergüenza". Pero llegó un cura nuevo que no era de Palermo y que no conocía la historia de la fuente. Cuando las mujeres le confesaban sus pecados y les decían que se había caído en la fuente de la vergüenza, el pobre cura no podía entender por qué muchas mujeres se habían caído en la fuente, así que fue a hablar con el alcalde. Le pidió que vallara la fuente para que las mujeres nos se cayeran más y el alcalde se rió, aunque aceptó su petición de vallar la fuente. Pero antes de marcharse en cura le preguntó al alcalde: "¿Cómo está su mujer? El otro día se cayó en la fuente de la vergüenza".

Lo último que vemos de Palermo es el monumento a los caído de la mafia y el guía nos explica que una persona que quiera poner un negocio en Palermo le tiene que dar el 90% a la mafia, algo que me dejó con la boca abierta. Finalmente llegamos de vuelta al barco y vamos a comer algo antes de ducharnos, ir a ver el espectáculo e ir a cenar.

Esa noche no tenemos que arreglarnos porque es una noche informal y como todas las noches hacemos el mismo recorrido, aunque nos aburrimos y decidimos ir a hacernos fotos y después jugar a las cartas. Terminamos en el biblioteca jugando a las cartas y hablando hasta las tres de la mañana que nos vamos a dormir. Al día siguiente es un día completo para disfrutar a bordo mientras que navegamos hacia Barcelona.

jueves, 19 de mayo de 2011

Pompeya, una ciudad completamente arrasada. 27/04/2011

Otro día más levantarnos para irnos de nuevo a la excursión. Hoy nos toca ir a Pompeya y a Nápoles, aunque Nápoles va a ser una visita panorámica en autobús. Cuando nos bajamos del barco nos vamos hacia el aparcamiento donde nos espera un autobús. Allí tenemos que esperar más porque faltan dos personas por llegar, así que nos vamos sin esas personas. Pompeya está como a media hora de Nápoles, pero la guía nos va diciendo algunas cosillas por el micrófono del autobús, aunque se queda siempre a medias en sus explicaciones. Cuando pasamos por al lado del volcán Vesubio, nos comenta que los romanos no sabían que era un volcán. Esto me llamó la atención porque un volcán parece a simple vista.

Llegamos a Pompeya y nos deja unos cinco o diez minutos para ir al baño, pero las personas que no van al baño se queda viendo los puestos que hay de recuerdo. Nos encontramos un puestos que venden calendarios con escenas eróticas y penes con alas, cosa que nos extraña, pero yo le digo a la gente que dentro, en Pompeya está la respuesta.

Nos reparten los auriculares y compramos las entradas para entrar en las ruinas. Accedemos por la entrada donde tenemos que subir una pequeña pendiente, pero nos dice que es la única que hay en todas las ruinas. Aquellas ruinas me impactaron mucho, porque yo las creía como las de itálica o algo parecido, pero no, aquello estaba muy bien conservado, las paredes de las casa y los edificios casi enteros. Visitamos el foro, el templo de Apolo con sus estatuas del dios y su hermana Artemisa (cosa que me llama la atención es que Artemisa es la diosa de la caza para los Griegos, pero para los romanos era la diosa Diana). Al lado del foro hay una casa con una obra de arte en la puerta, preciosa y justo al lado donde todos los romanos pagaban para ir al baño (la orina se utilizaba para desinfectar las pieles de los animales por ello se tenía que pagar. Esa tradición dura hasta ahora). También nos encontramos con una de la atracciones de Pompeya, cadáveres que encontraron de las personas que murieron. Se encontraron con los huesos y después lo rellenaron de material sólido para formar el cuerpo. La guía nos contó que sólo murieron 2000 habitantes de casi 20.000 que habitaban la ciudad.

Luego nos dirigimos a los baños romanos que están perfectamente conservado y me gustó bastante. Este edificio conserva hasta los techos. Nos explicó como conseguían la sala caliente a la temperatura de 60º, aquí me di cuenta que los romanos eran muy inteligentes. Después de salir de las termas nos dirigimos a la Casa del Fauno llamada así porque tiene a la entrada una fuente con una estatua de un fauno. Esta es la casa más grande de Pompeya 2.000 metros cuadrados de extensión.

Ahora nos dirigimos hacia la atracción de Pompeya, el Lupanar, el prostíbulo en época de los romanos. Sólo se prostituían mujeres exclavas venidas de oriente. Lupanar, el nombre viene de lobo y que las mujeres para atraer a los hombre se asomaban a la ventana e imitaban a los lobos. El Lupanar estaba muy complicado entrar, pero entramos. Allí nos encontramos con las pinturas de escenas eróticas entre hombre y mujeres y es aquí donde encontramos las respuestas cuando vimos los calendarios a la entrada. Además este edificio se conserva muy bien y está los dos pisos perfectamente, pero no podemos subir al segundo piso.

Seguimos caminando por la antigua y desaparecida ciudad. Las calles son estrechas pero las paredes están completamente conservadas. Vemos también las panaderías con los hornos y los molinos, pero nos dirigimos hacia el anfiteatro. Me quedo pasmada cuando veo que está perfectamente conservado y no hay nada destruído. Es algo espectacular de ver. Para concluir con la visita vamos hacia donde entrenaban los gladiadores.

Después de comer algo y comprar algunos recuerdos nos vamos hacia Nápoles para empezar la visita panorámica. Nos encontramos una ciudad llena de basura debido a la mafia y la guía no habla mucho de ello, pero descubrimos algunos edificios bellísimos construidos por Carlos III de España antes de ser monarca de nuestro país. Luego visitamos el barrio de la gente con dinero y la verdad es que se notaba las calles que estaba limpiar y también las casas tan bonitas. Desde ahí se ve unas vistas muy bonitas del volcán y Nápoles. Ya después nos vamos al barco y llegamos para comer. Después de comer nos vamos al camarote a dormir la siesta.

Cuando nos despertamos nos empezamos a arreglar para la noche de gala. Todo el mundo va muy bien arreglados por el barco, pero antes de cenar vamos al espectáculo de esa noche. Es el mago y nos reímos mucho.

En la cena estamos un poco más cayado, creemos que es debido a nuestra vestimenta, así que decidimos comportarnos y no liarla como los días anteriores. Y como todas las noches anteriores nos vamos a bailar a nuestros dos sitios favoritos. Esa noche duramos más que las anteriores, pero no hasta que la discoteca se cierre, nosotras nos vamos antes a dormir. Necesitamos descansar algo.

miércoles, 18 de mayo de 2011

Todos los caminos llegan a ROMA... 26/04/2011

Sí, ya hemos llegado al destino y la ciudad más bonita de Italia, Roma. Como los días anteriores no podemos creernos que el despertador haya sonado tan pronto, pero tenemos que levantarnos porque la gran ciudad imperial nos espera. Ese día el tiempo no está de nuestra parte, hace un poco de frío y además está nublado, el cielo amenaza con llover. Una vez que hemos bajado del barco tenemos que andar como unos dos kilómetros para llegar al autobús que nos lleva a Roma y donde nos espera el guía. Tardamos en llegar una hora y cuarto, tiempo que aprovechamos para dormir y estar descansados para el largo día que nos espera.

Nuestra visita comienza en el gran Coliseo donde nos reparten las radios para escuchar las explicaciones del guía. Impresiona más de lo que me esperaba. El guía nos explica cosas interesantes sobre la historia del Coliseo, pero nos detenemos para que las personas vayan al WC y mientras nos hacemos un gran reportaje de fotos. No entramos al Foro Romano porque no nos da tiempo, así que ya nos dirigimos hacia donde nos espera el autobús, pero antes nos detenemos a hacernos unas fotos en el arco de Constantino.

Ya en el autobús también aprovechamos para una visita panorámica y podemos ver el único monumento en Roma que no tiene señas religiosas, monumento dedicado al rey Victorio Manuel, algo impactante de ver. Nos dirigimos a la Ciudad del Vaticano, la cual se está preparando para un momento histórico, ese domingo se beatifica a Juan Pablo II. Allí damos nuestra opinión. Algunos nos la esperábamos más grande (incluida yo), pero después me doy cuenta que si nos acercábamos a la puerta para entrar en la capilla sixtina nos parecería algo inmenso. La personas que estaban en la puerta eran pequeñas hormigas.

De vuelta en el autobús, tanto el guía como Mari Carmen me van explicando cosas interesantes de Roma. Nos dirigimos directamente a la Fontana de Trevi, la fuente más famosa de Roma. La plaza donde se sitúa es muy pequeña y además los turistas la hacen más pequeña aún. No tardamos en hacernos un reportaje fotográfico con la fuente a nuestras espaldas y tampoco tardamos en tirar la moneda a la fuente. Según dicen, si la tiras volverás a Roma, cosa que quiero hacer cuando tenga más dinero, una semana en Roma descubriendo cada rincón.

En la fontana de Trevi, el guía nos da sólo media hora para comer o ir a la plaza de España. Sólo cinco de nosotros nos apresuramos a ir a la plaza de España, algo maravilloso, pero el día no está de nuestra parte y nos empieza a lloviznar. Volvemos a tiempo y hasta nos da tiempo a ir a comer unas pizza y nos la vamos comiendo mientras caminamos hacia el Panteón.

El Panteón ahora es una iglesia y nos explica que fue un emperador sevillano quien mandé reformar el panteón y hacerlo circular, un pequeño templo que se ha convertido en iglesia una vez que el cristianismo se extendió por Roma. Dentro de la iglesia hay una cúpula preciosa con una agujero en el centro que al estar lloviendo entra el agua dentro de la iglesia, algo fantástico de ver.

Ahora nos dirigimos hacia la Piazza Navona, aunque el guía se para mucho en explicarnos las iglesias (algo que nos llama la atención, es muy religioso como todo los romanos e italianos). Cuando llegamos a la plaza nos explica el significado de la fuente que hay en medio: representa los cuatro ríos más grandes e importantes de cada continente: Danubio, el Nilo, el Río de la Plata y el Ganges. Aquí nos deja algo de tiempo para comprar un helado italiano, cosa que hacemos con buen gusto. No hay nada como un helado italiano.

Y con esto llegamos a nuestro fin en Roma. No nos podemos creer que ya se haya terminado. Ha sido un visita exprés que nos hemos detenido en sitios sin importancia y no hemos visto sitios más interesantes de Roma. Pero bueno, no pasa nada, la moneda en el Fontana de Trevi hará su trabajo. Seguro que volveré a visitar esta maravillosa ciudad, con la cual sueña todo el mundo.

Llegamos al barco y lo primero que hacemos es comer algo porque estamos hambrientos, ducharnos, arreglarnos e irnos para ver el espectáculo como todas las noches. Además esa noche toca fiesta tropical, así que antes de nada vamos a una actividad para hacerte una flor.

La cena concurre con las noches anteriores, risas, bromas, canciones, brindis y reírnos con nuestros camareros. La comida como siempre fabulosa, siempre hay algo que nos gusta y además disfrutamos con cada bocado que nos llevamos a la boca. Por último nuestra copa de cava y nos dirigimos al salón Rendez- Vous que hay concurso de bailes. Cuando nos cansamos nos vamos a la disco pero tampoco duramos mucho, bailamos algo pero nos vamos a dormir. Esa noche como todas estamos muertos de cansancio, aunque hay algunos que hasta que no se cierra la discoteca no se va a dormir.

sábado, 14 de mayo de 2011

Florencia- Pisa (26/04/2011)

No podemos creer que el despertador ya haya sonado y con mucho sueño y sonámbulas por el camarote, nos vestimos y vamos a desayunar. La coordinación entre nosotros es mejor y por fin quedamos a las 7.45 en la cola para coger los tickets para desembarcar. Ese día vamos a visitar Florencia y Pisa. Cuando bajamos del barco nos encontramos una cola muy larga para ir al autobús que nos llevará a Florencia donde nos espera nuestro guía. No tardamos mucho, entramos en el segundo autobús. Después nos montamos en otro autobús de la compañía de excursiones que tenemos contratada. Durante el camino, una hora y cuarto aproximadamente, nos quedamos todos dormidos.

Llegamos a nuestro destino y allí nos encontramos a nuestra guía y compramos unas radios para entender las explicaciones sin estar al lado de la guía todo el rato. Andamos un poco hasta llegar a una plaza donde hay una Iglesia y allí nos detenemos para que quien quiera ir al servicio. Mientras que viene todos nos hacemos fotos.

Luego continuamos y vamos andando por las calles de Florencia hasta toparnos con otra iglesia en la que la guía nos dice que entremos, pero que a ella no le permiten el paso. De todas formas ellas nos va hablando desde fuera y nosotros los escuchamos por los auriculares. Supuestamente no se podía hacer fotos, pero hubo uno que las hizo y se llevó la bronca del año.

Seguimos nuestra visita guiada por sus calles hasta toparnos con unos de los palacios más grandes de Florencia. La fachadas del palacio son impresionantes, nada más entrar por una de las grandes puertas no puedo evitar imaginarme cómo sería vivir en aquel palacio hacía unos trecientos o cuatrocientos años. Seguimos nuestro camino descubriendo Florencia hasta llegar a otra plaza, la Piazza della Republica, en la cual se entra por un arco. A lo lejos nos indica la guía que se encuentra el monumento que indica que estamos en el centro de la ciudad.

Llegamos al puente más famoso de la ciudad, el Ponte Vecchio el que data de la época medieval, pero que se remodeló en el renacimiento. Las tiendas que se encuentra en el puente son de joyeros, pero antes de su remodelación era de peleteros. Después de hacernos fotos y demás, nos dirigimos hacia la izquierda donde podemos tener una vista hermosa del puente y sus casa de colores. Luego nos encontramos con otro edificio, no recuerdo en nombre pero hay estatuas de hombres muy famoso como Macchiavelli

Finalmente llegamos a la Piazza de la Signoria donde está la réplica del David de Miguel Ángel y otras obras maestras, todas ellas desnudas, por ese motivo la plaza se le da ese nombre porque antiguamente no se les permitía a las mujeres entrar en esa plaza.

Por último llegamos a la catedral de Florencia. Impacta mucho esta gran catedral, de nombre Santa Maria del Fiore, la cual está vestida completamente de mármol blanco y verde. Aquí la guía nos pregunta que qué es más alto o la torre o la cúpula. La cúpula es más alto, aunque no lo parezca. Junto a la catedral encontramos el baptisterio. Aquí la guía nos deja algún rato libre, así que compramos recuerdos. Dos inmigrantes nos cogen por banda y nos vende pinturas muy baratas. También nos recorremos unos puestos que hay justo al lado donde tienen cosas muy bonitas. Yo me compré un cuaderno de cuero con el sello de Florencia, la flor de lis.

Ya terminamos nuestra visita a Florencia. Ahora nos dirigimos a Pisa, pero es otra hora y media de camino, la cual aprovechamos para comer en el autobús y para dormir. En Pisa no tenemos guías, pero no pasa nada porque vamos con todo el autobús.

Pisa es una ciudad pequeña y lo único interesante es la torre inclinada así que nos dirigimos hasta allí todo el grupo. Nos hacemos fotos de mil maneras distintas, nos metemos en el césped del que tenemos que salir huyendo porque nos echa un policía. La verdad es que impresiona bastante la torre inclinada, me la esperaba menos inclinada de lo que estaba en realidad.

De vuelta al autobús nos detenemos en otros puestos y compramos pastas y algún que otro recuerdo.

Media hora después estamos de vuelta del barco. De nuevo no tenemos tiempo para nada, sólo para comer algo en el Grill, ducharno para estar a punto para el espectáculo en el salón Broadway. Esa noche era la noche del terror, así que me dan un susto de muerte al entrar para ver el espectáculo. Algunos de nosotros se disfrazan, pero nosotras no porque no tenemos qué ponernos, sólo ir de negro.

De nuevo la cena se convierte en lo mejor de la noche y es donde cantamos y nos reímos más. La cena como siempre exquisita y yo acabé casi para reventar. No tenemos cuerpo para muchas fiestas, pero vamos un rato a beber y bailar algo en la discoteca y en el salón Rendez- vous. Esa noche nos acostamos temprano porque al día siguiente nos queda otro día largo. Vamos a la Gran Roma Imperial.

domingo, 8 de mayo de 2011

Villafranche- Mónaco- Niza. 25/04/2011

Y sin darnos cuenta llegamos a nuestra primera salida del barco. Nos levantamos temprano, nos vestimos, nos maquillamos un poco y subimos a desayunar. Nos encontramos todos en el Bar Panorama, pero sólo coincidimos en la misma mesa con unos cuantos. Quedamos a las 8 en la puerta de la discoteca donde tenemos que ir para recoger unos tickets para poder salir organizadamente del barco. Nos comunicaron la noche anterior que el barco no puede llegar al puerto porque es poco profundo, así que nos tienen que trasladar a todos en pequeños barcos.

Nos despistamos todos un poco y Noe, Mari Carmen y yo nos dirigimos directamente a la puerta de la discoteca porque no encontramos a los demás. Allí nos indican que tenemos que esperar a todo el grupo para que nos den los tickets. Un poco impaciente porque no encontramos a los demás nos dividimos y nos vamos dos a hacer cola mientras que Noe nos avisa con un toque si se presentan. No estuvimos ni cinco minutos cuando Noe nos da el toque. Entramos solamente a las dos Marta, Clara e Irene, pero de los otros tres ni idea.

Teníamos los tickets de color rojo, así que teníamos que esperar un poco. Dentro de la disco llegan los otros. Nos desplazamos hasta Villafranche en barco y esperamos a los otros tres que vienen en otro barco después. Allí animamos un poco la llegada de los otros viajeros con algunas sevillanas y rumbas. Cuando llegan los demás, nos vamos en busca de la guía y nos hacemos muchas fotos con el mar de fondo. Cuando llega la guía nos vamos hacia los autobuses por una muralla y una carretera muy estrecha y casi somos testigo de un accidente de coche.

Tardamos media hora más o menos en llegar a Mónaco. Es sorprendente el paisaje y por donde transcurre la carretera. Cuando llegamos la guía nos va indicando el museo marítimo (al cual no entramos por escasez de tiempo), la casa de la princesa Carolina de Mónaco (no es muy majestuosa como nosotros pensamos) y llegamos a la catedral; la cual está construida con una piedra que cada vez que llueve se vuelve más blanca. Finalmente llegamos al palacio donde vive el príncipe Alberto y nos deja algo de tiempo para que miráramos una panorámica de Monte Carlo y el circuito urbano de Formula 1. Yo reconozco el circuito a la primera vista que hecho. De camino a la catedral donde hemos quedado con la guía, Mari Carmen y yo nos paramos a comprar algo de bebida para la comida. Nos cuesta bastante caro una botella de agua y un zumo de naranja, el cual no me tomo porque tiene pulpa. Después de comer recorremos un pequeño parque muy bonito y nos cogemos el autobús para ir a Monte Carlo. Nos informa la guía que podemos entrar al casino totalmente gratis porque están en huelga. Nos hacemos ilusiones porque nada más bajarnos del autobús nos dice que ni podemos entrar a la recepción porque lo han cerrado por el mismo motivo.

Pasamos algún tramo de la parte del circuito de F1 (la bajada hasta el túnel) hasta llegar a la curva más lenta del mundial (la curva del casino). En la puerta del casino nos encontramos coches de ensueños y que solo unos pocos pueden tener, pero eso no quita que podamos tener fotos con esos coches. Finalmente nos hacemos fotos con el casino de Monte Carlo de fondo y volvemos al parking donde nos espera de nuevo la guía para hacer una visita panorámica de Niza en autobús.

Lo más espectacular de todo es el paisaje que a escasa distancia del mar subimos casi 600 metros de altura (a la misma que está mi pueblo). Los pueblos son dignos de ver y recuerdan a paisajes de películas. En Niza hacemos una panorámica muy rápida, vemos el paseo de los ingleses, las playas de piedras y poco más. Regresamos al barco y no tardamos mucho en coger otro barco para que nos lleve al Sovereign. Nada más llegar nos vamos al camarote para prepararnos para la cena. Esa noche es informal así que nos vestimos rápido.

A las 22.15 ya estamos todos para entrar a cenar. Esa noche nos los pasamos genial porque no paramos de cantar y bromear con los camareros, se nos oye en todo el restaurante y muchos hasta nos animan y se ríen con nosotros. La campi tiene un puntazo esa noche cuando se entera de cómo catar el vino. Esa noche como la noche anterior, una cena exquisita. Nos tomamos algo en el Rendez- Vous y a continuación nos vamos a la discoteca. Las de mi camarote nos vamos temprano a la cama porque al día siguiente hay que madrugar.

martes, 3 de mayo de 2011

23 de Abril. Por fin partimos.

Bueno, pues esa mañana nos levantamos temprano. Yo soy una de las personas que me despierto antes porque le ruido de la noche no me ha dejado dormir ni tampoco los ronquidos de uno de nuestros inquilinos.

Nos vestimos, preparamos las maletas y después salimos a desayunar. Por mi parte sólo como un tazón de cereales con chocolate, zumos y café con leche. Cuando ya estábamos todos preparados para salir del albergue, entregamos las llaves y nos dirigimos a la Plaza de Colón andando. Tardamos unos diez a quince minutos y allí cogemos el autobús que nos deja en el puerto de Barcelona.

Escalante y yo pensábamos volver de nuevo a Barcelona porque era el día del libro allí, pero al final decidimos quedarnos en el barco y embarcar junto a con los otros porque volver de nuevo supondría unos cuatro euros más. Menos mal que no volvimos porque en verdad tardamos mucho en embarcar. En la terminal vemos otros grupos que a igual que nosotros se van de viaje de fin de carrera. Todos llevamos camisetas iguales. Las nuestras llevan una inscripción por detrás en el que pone: "los conjunter@s viajer@s nos vamos de crucero" y por delante una ancla. Las camisetas quedan muy bien.

A las doce y media del mediodía nos llaman para que embarquemos y nos subimos la barco. Antes nos hacen una foto a todo el grupo. Una vez en la recepción (cubierta 4) nos mandan a la cubierta 3 y es donde encontramos nuestras maleta, las cogemos y nos dirigimos a nuestro camarote.

Este es pequeño. Una cama y una litera, una baño muy pequeñito, un armario y un tocador, pero después de todo no nos falta de nada. Deshacemos las maletas para que no se arruguen los vestidos, llamamos a los demás por el teléfono y quedamos para ir a comer algo al buffet libre que se encuentra en la cubierta 11.

Comimos muy bien (espaguetis a la carbonara y una ensalada) para después ir a descubrir la piscina y ver de lejos Barcelona. Cuando vamos al bar a pedirnos un mojito nos quedamos a cuadro cuando nos piden el carnet de identidad, así que nos quedamos con las ganas.

Decidimos ir a ponernos el bikini para ir a tomar el sol y hacernos fotos. Cuando subimos otra vez descubrimos que hace frío, pero al menos podemos pedir algo de beber. En la cola de la barra conocemos a unos ingenieros de Sevilla.

A las seis sale el barco del puerto de Barcelona y dan la alarma para que bajemos a los camarotes para ir a buscar nuestros salvavidas y hacer el simulacro por si pasa lo peor. A continuación nos van organizando y nos dan instrucciones. Una vez que terminamos el simulacros nos vamos al camarote y nos preparamos para la noche. Esa noche decidimos ir al Broadway que hay un espectáculo. Nos presentan los espectáculos que se van a realizar durante esa semana y nos reímos mucho. A las 10.15 tenemos nuestro turno de cena para esa noche.

Nuestra mesa es la 132 y nuestros camareros va a ser Nelson de Colombia y Thais de Brasil. Los dos son muy simpáticos e incluso, Nelson, nos sugiere menú. Yo decido coger la crema de calabaza como entrante, lacitos de principal y panna cotta de postre. Tenemos una agradable cena y nos quedamos algo harta de comer esta maravillosa comida.

Una pequeña anécdota fue cuando Escalante pidió bistec y no le gustó porque tenía la carne un poco cruda. El pobre Nelson cuando vio el plato entero le quiso poner otra cosa, pero ella le dijo que no.

Una vez terminados de comer nos fuimos a la discoteca y allí estuvimos bebiendo y bailando hasta cerca de las tres de la mañana. Nosotras tres nos fuimos a dormir. Yo estaba algo cansada porque en dos días sólo había dormido unas cuatro o séis horas. Nada más tumbarme en la cama quedé rendida al sueño. Había terminado mi primer día a bordo.

lunes, 2 de mayo de 2011

22 de Abril 2011. Sevilla-Barcelona


Viaje de Fin de Carrera, solo 10 personas nos vamos de Crucero por el Mediterráneo pero parecemos que somos el doble de personas.

El primer día nos vemos en Santa Justa un viernes santo. Esa noche sólo dormí dos hora porque me quedé viendo a ver si salía alguna hermandad en la madrugada, pero para nada. No salió ninguna porque llovía a cantaros en Sevilla.

Todos teníamos esperanzas de irnos en un tren algo más nuevo, pero lo que nos encontramos es con uno algo viejo, pero no nos quejamos mucho porque todos teníamos ganas de llegar a Barcelona para embarcarnos en el Soverign, nuestro buque durante una semana completa.

El viaje, aunque muy pesado, pasó ligero porque nos íbamos a la cafetería y durante toda la mañana jugamos a las cartas con un nuevo amigo que nos hacemos. Es Gastón y es uruguayo. Después comemos y nos chupamos dos películas seguidas y luego otra vez a la cafetería. Ese escenario se convierte en nuestro salón de tertulia política y sin darnos cuenta llegamos a Sants. Volvemos a recoger las maletas para bajar del tren.

Tuvimos que subir por grupos al ascensor porque las escaleras automáticas se han parado, una mujer se ha caído. preguntamos dónde está el metro y compramos los billetes. A la hora de entrar al metro tenemos algunos problemas con las maleta y eso contando que no hay ni una puñetera escaletas automáticas ni un ascensor, cosa que nos llama mucho la atención. ¿Qué hacen las personas discapacitadas en Barcelona? ¿No pueden coger el metro?

Después de hacer un viaje en metro y preguntar a una mujer dónde nos conviene bajarnos para ir a la plaza de Jaime I, nos bajamos en Las Ramblas y andamos un poco para llegar al albergue. Allí nos encontramos con un albergue muy acogedor, aunque cuando nos dieron la habitación pudimos comprobar que no estábamos solos. En la habitación habían seis personas más y todas ellas extranjeras.

Una vez que dejamos las maletas, Escalante, la Campi y yo salimos para encontrar un supermercado y comprar algo de comer. No encontramos supermercado, pero sí algo muy curioso, nos encontramos con una procesión en mitad de las ramblas con unos cuantos nazaremos y algunas mujeres de mantillas. El paso era la cosa más sencilla del mundo pero lo más curioso de todo es que lo llevaran costaleros. Cosa que analizamos antropológicamente y pudimos deducir que se debía a la inmigración que recibió Barcelona del sur.

Como ya he dicho no encontramos supermercado, así que compramos en el McDonnals y volvimos al albergue y comimos La Campi, la Martao, la Escalante, Noe y yo juntas. Una vez terminadas de cenar, la Escalante y yo nos dimos una ducha y nos preparamos para irnos a dormir.

Algo curioso que nos encontramos es que las camas parecían pequeños cubículos. Cada cama estaba totalmente separada de las demás por paneles de madera y después por cortinas, algo que te daba intimidad hacia las otras personas que había allí. Eran como pequeñas habitaciones dentro de las habitaciones.

Esa noche no dormí tampoco mucho, porque al lado mía dormía Clara y se encontraba al lado de la ventana que daba a la calle. Oí todos los ruidos de la calle, es decir, toda la gente que pasaban por allí de fiesta.

Ese día fue un día bastante duro y acabé muy cansada, pero no descansé. Aún estaba un poco nerviosa, porque al día siguiente sí empezaba nuestro crucero.