miércoles, 18 de mayo de 2011

Todos los caminos llegan a ROMA... 26/04/2011

Sí, ya hemos llegado al destino y la ciudad más bonita de Italia, Roma. Como los días anteriores no podemos creernos que el despertador haya sonado tan pronto, pero tenemos que levantarnos porque la gran ciudad imperial nos espera. Ese día el tiempo no está de nuestra parte, hace un poco de frío y además está nublado, el cielo amenaza con llover. Una vez que hemos bajado del barco tenemos que andar como unos dos kilómetros para llegar al autobús que nos lleva a Roma y donde nos espera el guía. Tardamos en llegar una hora y cuarto, tiempo que aprovechamos para dormir y estar descansados para el largo día que nos espera.

Nuestra visita comienza en el gran Coliseo donde nos reparten las radios para escuchar las explicaciones del guía. Impresiona más de lo que me esperaba. El guía nos explica cosas interesantes sobre la historia del Coliseo, pero nos detenemos para que las personas vayan al WC y mientras nos hacemos un gran reportaje de fotos. No entramos al Foro Romano porque no nos da tiempo, así que ya nos dirigimos hacia donde nos espera el autobús, pero antes nos detenemos a hacernos unas fotos en el arco de Constantino.

Ya en el autobús también aprovechamos para una visita panorámica y podemos ver el único monumento en Roma que no tiene señas religiosas, monumento dedicado al rey Victorio Manuel, algo impactante de ver. Nos dirigimos a la Ciudad del Vaticano, la cual se está preparando para un momento histórico, ese domingo se beatifica a Juan Pablo II. Allí damos nuestra opinión. Algunos nos la esperábamos más grande (incluida yo), pero después me doy cuenta que si nos acercábamos a la puerta para entrar en la capilla sixtina nos parecería algo inmenso. La personas que estaban en la puerta eran pequeñas hormigas.

De vuelta en el autobús, tanto el guía como Mari Carmen me van explicando cosas interesantes de Roma. Nos dirigimos directamente a la Fontana de Trevi, la fuente más famosa de Roma. La plaza donde se sitúa es muy pequeña y además los turistas la hacen más pequeña aún. No tardamos en hacernos un reportaje fotográfico con la fuente a nuestras espaldas y tampoco tardamos en tirar la moneda a la fuente. Según dicen, si la tiras volverás a Roma, cosa que quiero hacer cuando tenga más dinero, una semana en Roma descubriendo cada rincón.

En la fontana de Trevi, el guía nos da sólo media hora para comer o ir a la plaza de España. Sólo cinco de nosotros nos apresuramos a ir a la plaza de España, algo maravilloso, pero el día no está de nuestra parte y nos empieza a lloviznar. Volvemos a tiempo y hasta nos da tiempo a ir a comer unas pizza y nos la vamos comiendo mientras caminamos hacia el Panteón.

El Panteón ahora es una iglesia y nos explica que fue un emperador sevillano quien mandé reformar el panteón y hacerlo circular, un pequeño templo que se ha convertido en iglesia una vez que el cristianismo se extendió por Roma. Dentro de la iglesia hay una cúpula preciosa con una agujero en el centro que al estar lloviendo entra el agua dentro de la iglesia, algo fantástico de ver.

Ahora nos dirigimos hacia la Piazza Navona, aunque el guía se para mucho en explicarnos las iglesias (algo que nos llama la atención, es muy religioso como todo los romanos e italianos). Cuando llegamos a la plaza nos explica el significado de la fuente que hay en medio: representa los cuatro ríos más grandes e importantes de cada continente: Danubio, el Nilo, el Río de la Plata y el Ganges. Aquí nos deja algo de tiempo para comprar un helado italiano, cosa que hacemos con buen gusto. No hay nada como un helado italiano.

Y con esto llegamos a nuestro fin en Roma. No nos podemos creer que ya se haya terminado. Ha sido un visita exprés que nos hemos detenido en sitios sin importancia y no hemos visto sitios más interesantes de Roma. Pero bueno, no pasa nada, la moneda en el Fontana de Trevi hará su trabajo. Seguro que volveré a visitar esta maravillosa ciudad, con la cual sueña todo el mundo.

Llegamos al barco y lo primero que hacemos es comer algo porque estamos hambrientos, ducharnos, arreglarnos e irnos para ver el espectáculo como todas las noches. Además esa noche toca fiesta tropical, así que antes de nada vamos a una actividad para hacerte una flor.

La cena concurre con las noches anteriores, risas, bromas, canciones, brindis y reírnos con nuestros camareros. La comida como siempre fabulosa, siempre hay algo que nos gusta y además disfrutamos con cada bocado que nos llevamos a la boca. Por último nuestra copa de cava y nos dirigimos al salón Rendez- Vous que hay concurso de bailes. Cuando nos cansamos nos vamos a la disco pero tampoco duramos mucho, bailamos algo pero nos vamos a dormir. Esa noche como todas estamos muertos de cansancio, aunque hay algunos que hasta que no se cierra la discoteca no se va a dormir.

No hay comentarios:

Publicar un comentario