lunes, 2 de mayo de 2011

22 de Abril 2011. Sevilla-Barcelona


Viaje de Fin de Carrera, solo 10 personas nos vamos de Crucero por el Mediterráneo pero parecemos que somos el doble de personas.

El primer día nos vemos en Santa Justa un viernes santo. Esa noche sólo dormí dos hora porque me quedé viendo a ver si salía alguna hermandad en la madrugada, pero para nada. No salió ninguna porque llovía a cantaros en Sevilla.

Todos teníamos esperanzas de irnos en un tren algo más nuevo, pero lo que nos encontramos es con uno algo viejo, pero no nos quejamos mucho porque todos teníamos ganas de llegar a Barcelona para embarcarnos en el Soverign, nuestro buque durante una semana completa.

El viaje, aunque muy pesado, pasó ligero porque nos íbamos a la cafetería y durante toda la mañana jugamos a las cartas con un nuevo amigo que nos hacemos. Es Gastón y es uruguayo. Después comemos y nos chupamos dos películas seguidas y luego otra vez a la cafetería. Ese escenario se convierte en nuestro salón de tertulia política y sin darnos cuenta llegamos a Sants. Volvemos a recoger las maletas para bajar del tren.

Tuvimos que subir por grupos al ascensor porque las escaleras automáticas se han parado, una mujer se ha caído. preguntamos dónde está el metro y compramos los billetes. A la hora de entrar al metro tenemos algunos problemas con las maleta y eso contando que no hay ni una puñetera escaletas automáticas ni un ascensor, cosa que nos llama mucho la atención. ¿Qué hacen las personas discapacitadas en Barcelona? ¿No pueden coger el metro?

Después de hacer un viaje en metro y preguntar a una mujer dónde nos conviene bajarnos para ir a la plaza de Jaime I, nos bajamos en Las Ramblas y andamos un poco para llegar al albergue. Allí nos encontramos con un albergue muy acogedor, aunque cuando nos dieron la habitación pudimos comprobar que no estábamos solos. En la habitación habían seis personas más y todas ellas extranjeras.

Una vez que dejamos las maletas, Escalante, la Campi y yo salimos para encontrar un supermercado y comprar algo de comer. No encontramos supermercado, pero sí algo muy curioso, nos encontramos con una procesión en mitad de las ramblas con unos cuantos nazaremos y algunas mujeres de mantillas. El paso era la cosa más sencilla del mundo pero lo más curioso de todo es que lo llevaran costaleros. Cosa que analizamos antropológicamente y pudimos deducir que se debía a la inmigración que recibió Barcelona del sur.

Como ya he dicho no encontramos supermercado, así que compramos en el McDonnals y volvimos al albergue y comimos La Campi, la Martao, la Escalante, Noe y yo juntas. Una vez terminadas de cenar, la Escalante y yo nos dimos una ducha y nos preparamos para irnos a dormir.

Algo curioso que nos encontramos es que las camas parecían pequeños cubículos. Cada cama estaba totalmente separada de las demás por paneles de madera y después por cortinas, algo que te daba intimidad hacia las otras personas que había allí. Eran como pequeñas habitaciones dentro de las habitaciones.

Esa noche no dormí tampoco mucho, porque al lado mía dormía Clara y se encontraba al lado de la ventana que daba a la calle. Oí todos los ruidos de la calle, es decir, toda la gente que pasaban por allí de fiesta.

Ese día fue un día bastante duro y acabé muy cansada, pero no descansé. Aún estaba un poco nerviosa, porque al día siguiente sí empezaba nuestro crucero.

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